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Soñar

Titulado de Técnico en Administración Logística, Centro de Formación Técnica Santo Tomás, sede Punta Arenas

Titulado de Ingeniería de Ejecución en Administración, Instituto Profesional Santo Tomás, sede Punta Arenas

Soñar

EN SANTO TOMÁS GANÉ CONFIANZA PORQUE LOS PROFESORES ME ACEPTARON TAL CUAL ERA. SOY SORDO, Y SI NO ENTENDÍA ALGO, LES VOLVÍA A PREGUNTAR Y JAMÁS SE MOLESTARON. CUANDO TERMINÉ INGENIERÍA QUERÍA TRABAJAR PERO LAMENTABLEMENTE EN LA MAYORÍA DE LAS EMPRESAS ME CERRARON LAS PUERTAS PORQUE ME COSTABA HABLAR O ESCUCHAR. ENTONCES, COMO SIEMPRE TUVE EL SUEÑO DE SER EMPRENDEDOR DE UN FOOD TRUCK, RETOMÉ LA IDEA DE MI CARRO… EL PRIMER AÑO NO TENÍA NADA, EL SEGUNDO ARRENDÉ UNA CASA, EL TERCERO COMPRÉ MI COMBI, EL CUARTO COMPRÉ LA CASA, EL QUINTO ME CONSOLIDÉ Y HOY TENGO NUEVAS IDEAS.

EN SANTO TOMÁS GANÉ CONFIANZA PORQUE LOS PROFESORES ME ACEPTARON TAL CUAL ERA. SOY SORDO, Y SI NO ENTENDÍA ALGO, LES VOLVÍA A PREGUNTAR Y JAMÁS SE MOLESTARON. CUANDO TERMINÉ INGENIERÍA QUERÍA TRABAJAR PERO LAMENTABLEMENTE EN LA MAYORÍA DE LAS EMPRESAS ME CERRARON LAS PUERTAS PORQUE ME COSTABA HABLAR O ESCUCHAR. ENTONCES, COMO SIEMPRE TUVE EL SUEÑO DE SER EMPRENDEDOR DE UN FOOD TRUCK, RETOMÉ LA IDEA DE

Mi receta para lograr las cosas que uno se propone es estudio, pasión y coraje para trabajar. Ahora quiero viajar por toda América dando charlas, motivando a la gente discapacitada y a los jóvenes para que siempre vean más allá de sus problemas.

MI CARRO… EL PRIMER AÑO NO TENÍA NADA, EL SEGUNDO ARRENDÉ UNA CASA, EL TERCERO COMPRÉ MI COMBI, EL CUARTO COMPRÉ LA CASA, EL QUINTO ME CONSOLIDÉ Y HOY TENGO NUEVAS IDEAS.

Mi experiencia en la universidad no solo fue académica, sino que también me permitió desarrollarme como emprendedor y como persona

Mi viaje en la Universidad Santo Tomás comenzó en 2012 cuando ingresé a estudiar Administración Logística. Culminé esta etapa en 2014 y tuve la oportunidad de continuar mis estudios en Ingeniería en Administración de Empresas, graduándome en 2017.

Después de finalizar la educación secundaria, intenté estudiar en otra institución, pero lamentablemente no obtuve el apoyo necesario debido a mi dificultad auditiva. Pasó un tiempo y sentí el deseo de explorar una carrera más técnica para comenzar de nuevo. Fue entonces cuando me acerqué a Santo Tomás y descubrí que tenían un programa de becas para personas con discapacidades. Postulé y obtuve una beca que cubrió aproximadamente el 50% de mis estudios. Así fue como comencé una carrera de dos años.

Hoy en día, me considero un empresario. Desde mi infancia, tuve el sueño de ser dueño de un food truck. A pesar de los obstáculos, perseveré y cuando ingresé a la institución, ya tenía un plan de negocios en mente. Durante los cinco años de mi carrera, dediqué tiempo a investigar y desarrollar mi proyecto. Mis profesores no solo fueron mentores, sino también amigos que me brindaron valiosos consejos y apoyo.

Mi negocio es un food truck donde ofrezco comida, especialmente hot dogs, que son una versión del clásico completo chileno. Siempre me han apasionado los carritos de comida y, gracias a mis experiencias como mochilero en Latinoamérica, surgió la idea de fusionar mi amor por los food trucks con mi admiración por los Volkswagen. Al regresar a Punta Arenas, puse en práctica mi idea y, con los conocimientos adquiridos en la universidad, enfoqué mi emprendimiento en la comida gourmet. A lo largo de los años, he enfrentado desafíos y superado obstáculos, pero el éxito ha sido evidente, especialmente después de completar mi tesis.

El apoyo brindado por los profesores no solo se limitó a la esfera académica, sino que también creamos lazos de amistad. Dada la cercanía de Punta Arenas, muchos de mis profesores se convirtieron en clientes y siempre he sentido el respaldo de la comunidad de Santo Tomás. Siempre estoy dispuesto a participar en eventos y actividades organizadas por la universidad.

Santo Tomás no solo me brindó una educación, sino que también me ayudó a superar barreras y a comunicarme mejor. Esto ha sido fundamental en mi negocio, donde interactúo con personas que, como yo, tienen discapacidades. Ahora, después de seis años, mi emprendimiento ha prosperado y he aprendido a enfrentar los desafíos con determinación y confianza.

Quiero agradecer a Santo Tomás por las oportunidades y el apoyo que me han brindado. Mi experiencia en la universidad no solo fue académica, sino que también me permitió desarrollarme como emprendedor y como persona. Tengo toda una vida por delante y estoy ansioso por seguir creciendo y contribuyendo al éxito de mi comunidad y de mi negocio.

Mi consejo para los jóvenes es que exploren, estudien y se atrevan a emprender. El mundo digital ofrece innumerables herramientas y oportunidades. Si tienen un sueño o una idea de negocio, no duden en buscar apoyo y trabajar incansablemente para hacerlo realidad. El tiempo es valioso y con dedicación, pueden lograr grandes cosas.

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En Santo Tomás gané confianza porque los profesores me aceptaron tal cual era. soy sordo, y si no entendía algo, les volvía a preguntar y jamás se molestaron. Cuando terminé ingeniería quería trabajar pero lamentablemente en la mayoría de las empresas me cerraron las puertas porque me costaba hablar o escuchar. Entonces, como siempre tuve el sueño de ser emprendedor de un food truck, retomé la idea de mi carro… El primer año no tenía nada, el segundo arrendé una casa, el tercero compré mi combi, el cuarto compré la casa, el quinto me consolidé y hoy tengo nuevas ideas.
Cristián Contreras

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