Mi historia comenzó cuando decidí mudarme desde Frutillar para estudiar Técnico en Odontología en Santo Tomás Curicó. Fui parte de la primera generación que se embarcaría en esta nueva carrera, y la idea de ser pioneros y explorar una malla curricular innovadora me sedujo desde el principio. Sentí que formaría parte de algo único, contribuyendo a la creación de una nueva oferta educativa en una carrera que no estaba tan masificada en Chile.
El desafío y la oportunidad de descubrimiento constante me motivaron a explorar diferentes aspectos de la odontología. Quise perfilar mi carrera y agregar elementos que consideré interesantes, como incursionar en la sala de pabellones y en la arsenalería, además de explorar la labor de los laboratoristas dentales. Todo esto me permitió desarrollar habilidades diversas y entender mejor el amplio mundo de la odontología.
Después de graduarme, trabajé durante mucho tiempo para una red de clínicas a nivel nacional e internacional. Hace unos años, cambié de la salud pública a la salud privada, donde actualmente superviso las prácticas de los alumnos de Santo Tomás. Este vínculo sigue siendo muy estrecho y cercano, algo que nunca imaginé cuando comencé mi carrera en Santo Tomás. La institución estuvo presente desde mis primeros días de formación, durante mi búsqueda de perfeccionamiento, y ahora, como profesional, tengo la oportunidad de interactuar con alumnos que fueron parte de mi misma carrera.
Santo Tomás ha sido un compañero constante en mi desarrollo profesional, y ahora, al tener alumnos bajo mi supervisión, veo cómo la cadena de conexión se mantiene. Observo a los nuevos estudiantes de Técnico en Odontología preocuparse profundamente por la calidad de atención al paciente, algo que ha sido inculcado en ellos y que comparto como parte de mi propio enfoque. Queremos proporcionar a los pacientes experiencias dentales diferentes y, al mismo tiempo, ampliar la visión de la cultura dental en Chile.
Es emocionante ver cómo los valores y enseñanzas que recibí en Santo Tomás se transmiten de generación en generación. A los estudiantes en práctica, les digo que entreguen todas sus herramientas, que se esfuercen por aprender y que vean este período como una oportunidad única para contribuir al campo de la salud dental. Formamos parte de una cadena hermosa que comenzó como alumnos y continúa con aquellos que siguen participando en Santo Tomás y los que están en formación.