Trabajar en Santo Tomás ha sido una experiencia gratificante y llena de propósito para mí. Antes de unirme a esta institución, estaba en otra entidad de educación superior, pero lo que realmente me atrajo de Santo Tomás fue el proyecto y la oportunidad de trabajar con estudiantes a quienes históricamente hemos servido. Este enfoque en brindar acceso a la educación superior a aquellos que de otra manera podrían no haber tenido la oportunidad resuena profundamente conmigo.
Formar parte de aquellos que contribuyen a crear un espacio donde los individuos pueden transformarse en profesionales exitosos es algo que me llena de satisfacción. Observo constantemente en nuestros estudiantes una disposición, entrega y un alto nivel de responsabilidad, tanto en sus prácticas profesionales como en el ámbito laboral posterior.
Sin embargo, también he reflexionado sobre las críticas constructivas que he recibido. En una ocasión, estudiantes vespertinos expresaron su inquietud durante una retroalimentación sobre ética profesional. Ellos traían consigo un alto nivel de ética, pero destacaban áreas que podrían haber sido más desarrolladas en relación con el perfil de egreso profesional. Esta crítica llevó a una reflexión profunda sobre nuestra responsabilidad en la formación de los estudiantes.
En mi experiencia, ha habido un fuerte sentido de cuerpo y compromiso en los equipos que he integrado. La conexión entre docentes y estudiantes es evidente, con pequeños gestos, como tomarse el tiempo antes de una clase para preguntar cómo están, que reflejan un compromiso genuino con el bienestar de los estudiantes. Participar en equipos que han estado en la primera línea, enfrentando desafíos y representando a la institución frente a las autoridades, es algo que me llena de orgullo.
El lanzamiento reciente de nuestro programa de doctorado en bienestar es un hito emocionante. Este enfoque interdisciplinario busca abordar el bienestar desde diversas perspectivas, incluyendo la psicología, sociología y trabajo social. Es un esfuerzo por contribuir al conocimiento y mejorar la calidad de vida de las personas.
Ser parte de Santo Tomás es para mí más que un empleo; es un propósito que da sentido a mis mañanas. La posibilidad de contribuir a la creación, generar propuestas y tener un espacio para la colaboración en lugar de competencia es algo que valoro profundamente. Me siento privilegiada por la cercanía con las autoridades y la positividad en las relaciones entre todos, tanto dentro de mi facultad como entre las diferentes facultades.