Mi experiencia en la Vicerrectoría de Estudiantes y Vinculación con el Medio ha sido un viaje fascinante que abarca todo el ciclo de vida del estudiante en Santo Tomás. Desde aquellos que aspiran a ingresar, pasando por los estudiantes actuales con sus diversas necesidades, hasta los egresados que han dejado una huella en la institución. Además, esta Vicerrectoría no solo se ocupa de los aspectos académicos, sino que también abraza el compromiso social a través del área de vinculación con el medio.
La riqueza de esta experiencia se encuentra en la capacidad de enriquecer el proceso formativo de los estudiantes, proporcionándoles un aprendizaje contextualizado en la realidad. Aprender en un aula teórica es una cosa, pero enfrentarse al mundo real ofrece una dimensión única al desarrollo académico.
En mi percepción, la vocación social de Santo Tomás se manifiesta en dos aspectos fundamentales. En primer lugar, la institución se esfuerza por colocar al estudiante en el centro de su enfoque, trabajando incansablemente para convertir los sueños individuales en realidades palpables. En segundo lugar, la vinculación con el medio va más allá de la teoría y busca ser parte de entornos vulnerables, comprendiendo sus desafíos y co-construyendo soluciones que beneficien a esas comunidades.
La creación de la Vicerrectoría de Estudiantes y Vinculación con el Medio, con sus cinco años de existencia, marcó un hito significativo en la institución. La tarea de ordenar el ADN social que impregna todas las regiones y áreas de Santo Tomás fue desafiante, pero necesaria para maximizar el impacto en los entornos donde la institución está presente.
La implementación de la innovación social como eje estratégico para la vinculación con el medio representa un enfoque colectivo en la búsqueda de soluciones para problemas reales. Esta metodología se integra desde el inicio en la experiencia de los estudiantes, quienes participan en actividades específicas y asignaturas dedicadas a la innovación social. La creación de los InnovaLab, espacios de práctica y creatividad, refleja el compromiso de Santo Tomás con la formación de agentes del cambio.
Participar en la evolución de la vinculación con el medio, desde la creación de la vicerrectoría hasta la co-construcción de políticas y metodologías, ha sido un proceso revelador. La operacionalización de la política y el trabajo constante con comités y consejos han sido cruciales para sistematizar y establecer estándares que guíen la vinculación con el medio.
La vinculación con el medio se convierte en un proceso bidireccional. Por un lado, contribuye al proceso formativo de los estudiantes al enfrentarlos a problemas y desafíos reales. Por otro lado, busca beneficiar a las comunidades en los territorios donde Santo Tomás está presente, generando una interacción significativa y positiva.
La magnitud de Santo Tomás, con sus 90,000 estudiantes y 260,000 egresados, proporciona una plataforma robusta para hacer una diferencia a nivel nacional. La política de vinculación con el medio y el enfoque transformador buscan no solo dejar una huella en las vidas individuales de los estudiantes, sino también contribuir a la transformación de regiones y, en última instancia, del país.
En resumen, mi experiencia en esta vicerrectoría ha sido testigo de una institución comprometida con la formación integral de sus estudiantes y con un impacto significativo en los entornos que toca. La esperanza es que esta política y enfoque transformador sean un legado duradero en la historia de Santo Tomás.