Quiero compartir mi historia, una experiencia que muestra cómo Santo Tomás me brindó un valioso apoyo cuando más lo necesitaba.
Cuando cursaba mi ingeniería, atravesé una difícil situación socioeconómica. Sin mi conocimiento, mis profesores me postularon para recibir el reconocimiento de “alumnos destacados” por diversas condiciones. Santo Tomás no solo reconoció mi esfuerzo sino que me otorgó una beca que me permitió concluir mis estudios. Estoy profundamente agradecido a Santo Tomás por haberme brindado esta oportunidad invaluable de terminar mi ingeniería.
Mi enfoque principal en la vida es la mejora continua, tanto personal como profesional. Santo Tomás me proporcionó la plataforma y las herramientas necesarias para crecer constantemente. Gracias a esta institución, pude trabajar en esculpir mi persona como estudiante y como profesional.
El lema de Santo Tomás, “Lux et Veritas,” que significa “luz y verdad,” tiene un profundo significado. Representa la idea de que todos somos iguales a los ojos de Dios o algún ser superior, independientemente de nuestras circunstancias socioeconómicas o personales. Santo Tomás me enseñó esta valiosa lección, recordándome que todos poseemos habilidades y capacidades excepcionales. A menudo, estos talentos quedan bloqueados por factores como la situación económica o problemas familiares. Santo Tomás me brindó la libertad de desbloquear mi verdadero potencial, creer en mí mismo y desarrollar mis habilidades.
En uno de los momentos más difíciles de mi vida, cuando enfrentaba graves problemas económicos, Santo Tomás no solo me dio la oportunidad de estudiar sino que también mostró su compromiso con la resiliencia. Incluso cuando las circunstancias eran adversas, mis profesores me permitieron ingresar a la sala de clases para tomar mis notas y continuar mis estudios. Mi resiliencia fue una de las cualidades que ellos destacaron, lo que me hizo sentirme especial, aunque en realidad, todos lo somos, solo que a veces necesitamos recordarlo.
Durante mi tiempo en Santo Tomás, participé activamente en actividades extracurriculares y proyectos solidarios. Coordinamos campañas exitosas de donación de sangre y participamos en actividades como carros alegóricos, que resultaron ganadoras. Además, gracias al apoyo de la institución, organizamos giras de estudio y participamos en diversas actividades que enriquecieron nuestra formación.
Hoy en día, lidero mi propia empresa llamada Repsyclick Limitada. El propósito de la empresa es dejar un mundo mejor para las futuras generaciones. Hemos descubierto que la “basura” es un concepto humano y que, en realidad, el 64% de los residuos generados en los hogares son orgánicos. Esto nos llevó a desarrollar sistemas de lombricompostaje industrial que transforman estos residuos en fertilizantes, bioestimulantes y sustratos para la agricultura. Nuestro enfoque en la agricultura se basa en reconocer su importancia como base de la civilización. Cuando las sociedades dejaron de ser nómadas y se establecieron para cultivar, la agricultura se convirtió en la piedra angular de la civilización.
En resumen, Santo Tomás ha sido una parte fundamental de mi vida, brindándome apoyo en los momentos difíciles, fomentando mi crecimiento personal y profesional, y proporcionándome las herramientas necesarias para alcanzar mis metas. Estoy agradecido por la oportunidad que me dio esta institución y por el impacto que ha tenido en mi vida.