Mi historia es una mezcla de decisiones audaces y oportunidades inesperadas que han moldeado mi vida de maneras que nunca imaginé. Cuando decidí estudiar Psicología en la Universidad Santo Tomás en Viña del Mar, ya había tenido una experiencia previa en Teología, donde incluso fui pastor de una iglesia. La elección de Psicología fue motivada por la excelente reputación de la carrera en la ciudad y por la variedad de enfoques que ofrecía, permitiéndome explorar distintas áreas como la educacional, organizacional, comunitaria y clínica.
Mi tiempo en la universidad no solo se centró en mis estudios, sino que también se vio enriquecido por mi participación en actividades extracurriculares. Un ejemplo de ello fue mi entrada al mundo del debate durante mi primer año. En un desafío propuesto por un profesor de Psicología Social, donde el ganador obtenía un 7, descubrí mi habilidad para la oratoria y el debate. A través de esta experiencia, fui reclutado para formar parte del equipo de debate de la universidad, marcando el inicio de una fascinante trayectoria en esta disciplina.
Mi participación en debates me llevó a situaciones inesperadas y emocionantes. En el Torneo Mundial de Debate, celebrado en Madrid en 2012, no solo competí sino que también ganamos, llevando el nombre de la Universidad Santo Tomás a la cima del escenario internacional. Esta victoria abrió puertas inimaginables y me conectó con oportunidades que cambiarían mi vida.
Aproveché esta victoria para involucrarme más con mi comunidad. Solicité apoyo al alcalde de mi ciudad para financiar mi participación en eventos internacionales y obtuve el respaldo necesario. Esta conexión posteriormente me llevó a realizar mi práctica profesional en la municipalidad, donde, con el tiempo, ascendí a jefe de gabinete y posteriormente asumí la dirección de desarrollo comunitario.
Mi viaje, desde un pasado marcado por la modestia y las dificultades económicas, hasta convertirme en un profesional con un impacto significativo en mi comunidad, refleja la misión integral de formación de la Universidad Santo Tomás. Como el primer profesional en mi familia, reconozco la importancia de las oportunidades que la universidad me brindó, permitiéndome alcanzar logros que superan las expectativas.
Mi historia es un testimonio de que las decisiones que tomamos y las oportunidades que abrazamos pueden trascender más allá de nuestras propias vidas, afectando positivamente a quienes nos rodean y a las comunidades a las que pertenecemos. Soy agradecido por la Universidad Santo Tomás y por las experiencias que me ha brindado, que han sido fundamentales en mi formación y éxito profesional.