Mi elección de estudiar en esta institución tuvo sus raíces en una visita que realicé cuando aún estaba ubicada en Centeno, en pleno corazón de la ciudad. Quería sumergirme en el ambiente, hablar con alguien que pudiera orientarme sobre los programas de estudio, conocer a los profesores, explorar las asignaturas y examinar la estructura curricular. Recuerdo que al llegar, fui recibido con una calidez y amabilidad que me impresionaron gratamente.
Mientras consideraba otras opciones, recorrí otras instituciones que también ofrecían mi carrera. Sin embargo, no encontré en ellas la misma cercanía y atención personalizada que experimenté en Santo Tomás. Además, tenía la fortuna de contar con un amigo que ya estudiaba en la institución, lo cual añadió un factor de confianza a mi decisión. Rápidamente entablé amistades con compañeros de diferentes generaciones, estableciendo conexiones valiosas tanto en el ámbito académico como personal.
Durante mi paso por Santo Tomás, tuve la oportunidad de participar en diversas actividades extracurriculares que enriquecieron significativamente mi formación. Uno de los momentos más destacados fue mi participación en el Festival de Cine de Valdivia, donde representamos a la escuela con un cortometraje que obtuvo una mención honrosa. Estas experiencias me permitieron no solo aplicar lo aprendido en el aula, sino también tejer lazos con profesionales y aficionados del medio audiovisual, proporcionando una visión más completa de la industria y sus oportunidades.
Al adentrarme en el mundo laboral, inicialmente realicé mi práctica profesional como comunicador audiovisual. Luego, tuve la oportunidad de colaborar brevemente con el Canal del Fútbol (CDF). No obstante, mi trayectoria dio un giro inesperado cuando Santo Tomás me presentó una propuesta única: el plan de periodismo, que permitía convalidar ciertos cursos relacionados con esta área sin dejar de lado mi formación en comunicación audiovisual. Esta posibilidad me intrigó, a pesar de mis dudas iniciales sobre desempeñarme frente a la cámara. Sin embargo, al recibir el aliento y apoyo de varios profesores, decidí darle una oportunidad.
Mi preparación técnica en comunicación audiovisual fue un valioso recurso al incursionar en el ámbito periodístico. La capacidad para editar, filmar y comprender los aspectos técnicos de la producción televisiva se convirtieron en una ventaja significativa. Además, el énfasis en la ética periodística y el desarrollo de habilidades editoriales y de contenido ético me otorgaron una base sólida para abordar mi nueva faceta como periodista.
Mi experiencia en Santo Tomás no solo fue un proceso educativo, sino también una inmersión en una comunidad que valoraba la excelencia y la ética en la comunicación. La institución no solo me proporcionó conocimientos técnicos y teóricos, sino también la oportunidad de desarrollar habilidades prácticas y establecer conexiones reales en el mundo audiovisual y periodístico.