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Titulado de Servicio Social, Instituto Profesional Santo Tomás, sede La Serena 

Titulado del Programa Licenciatura en Trabajo Social, Universidad Santo Tomás, sede La Serena

Director de Vida Estudiantil de Santo Tomás

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EL CRECIMIENTO DE SANTO TOMÁS EN LA SERENA LO VIVÍ DESDE LO FORMATIVO Y LO ESTRUCTURAL. YO ESTUDIÉ ACÁ, EN UNA CASA QUE TENÍA SEIS SALAS DE CLASES Y UN PAR DE CARRERAS, PERO PAULATINAMENTE, EN LOS 90, FUE CRECIENDO Y SE CONSTRUYÓ UNA SEDE QUE PERMITIÓ OFRECER MÁS CARRERAS. LLEGARON ESTUDIANTES DE COPIAPÓ, EL SALVADOR, FREIRINA… Y FUE UN HITO IMPORTANTE PARA LAS PERSONAS QUE QUERÍAN ESTUDIAR EN LA EDUCACIÓN SUPERIOR. HOY DÍA TENEMOS UNA DE LAS SEDES MÁS GRANDES A NIVEL NACIONAL, CON DOS EDIFICIOS Y CON CASI 6.000 ESTUDIANTES, Y ESO NOS LLENA DE ORGULLO.

EL CRECIMIENTO DE SANTO TOMÁS EN LA SERENA LO VIVÍ DESDE LO FORMATIVO Y LO ESTRUCTURAL. YO ESTUDIÉ ACÁ, EN UNA CASA QUE TENÍA SEIS SALAS DE CLASES Y UN PAR DE CARRERAS, PERO PAULATINAMENTE, EN LOS 90, FUE CRECIENDO Y SE CONSTRUYÓ UNA SEDE QUE PERMITIÓ OFRECER MÁS CARRERAS. LLEGARON ESTUDIANTES DE COPIAPÓ, EL SALVADOR, FREIRINA… Y FUE UN HITO IMPORTANTE PARA LAS PERSONAS QUE QUERÍAN

Si a los 17 años, cuando entré a estudiar Servicio Social en Santo Tomás, me hubieran dicho “vas a llegar a ser el director de Vida Estudiantil”, me habría reído, habría dicho que no apostaran tanto en mí, que pusieran las fichas en otro lado… Pero aquí me formaron, me pulieron, me entregaron herramientas, conocimientos y confianza.

ESTUDIAR EN LA EDUCACIÓN SUPERIOR. HOY DÍA TENEMOS UNA DE LAS SEDES MÁS GRANDES A NIVEL NACIONAL, CON DOS EDIFICIOS Y CON CASI 6.000 ESTUDIANTES, Y ESO NOS LLENA DE ORGULLO.

Mi crecimiento personal se entrelaza con la historia de Santo Tomás

Actualmente, tengo la responsabilidad de liderar todo lo relacionado con la vida estudiantil en nuestra institución. Este rol ha sido una experiencia enriquecedora que se conecta de manera especial con mi propia historia y desarrollo personal.

Históricamente, la consolidación de Santo Tomás como una única entidad fue un proceso lleno de matices. La institución, antes conocida como CIDEC, Propam, Cepsa, decidió unificar todos estos pilares bajo un solo nombre: Santo Tomás. Este cambio generó inquietudes sobre cómo se fusionarían las diversas identidades, pero la decisión demostró ser acertada, proporcionando una base unificada y un sello distintivo a todas nuestras actividades.

Mi conexión con Santo Tomás se remonta a mis días como estudiante de 17 años en 1991. Si me hubieran dicho en ese entonces que llegaría a ser el director de Vida Estudiantil en la misma institución, probablemente lo habría considerado improbable. Sin embargo, la institución me brindó la formación necesaria, puliéndome y proporcionándome las herramientas y conocimientos esenciales.

Mi crecimiento personal se entrelaza con la historia de Santo Tomás, donde la institución me permitió evolucionar y aprender de errores corregidos con sabiduría. Aquellas personas en las que confié me guiaron y compartieron su experiencia, contribuyendo a mi ubicación actual. Este proceso de aprendizaje y enseñanza es lo que continuamos replicando con cada nueva generación de estudiantes.

La impronta de Santo Tomás va más allá de lo académico. Los valores y el sello tomista que nos fueron inculcados durante nuestra formación nos diferencian y nos hacen únicos en comparación con otras instituciones. Esta herencia valórica es lo que queremos transmitir a las nuevas generaciones, y los estudiantes reconocen la diferencia y la atención que les brindamos, tanto en lo actitudinal como en lo valórico.

Participar en el crecimiento de Santo Tomás en La Serena ha sido una experiencia gratificante. Desde su inicio en una casona con seis salas de clases hasta convertirse en una de las sedes más grandes a nivel nacional, la institución ha experimentado un crecimiento notable. Este desarrollo estructural, que incluyó la construcción de una nueva sede, permitió expandir nuestras ofertas académicas y fortalecer nuestra presencia en la región.

En los años 90, Santo Tomás fue la institución de educación superior en la cuarta región que atrajo a estudiantes de diversas localidades. La estrategia de crecimiento inteligente, con carreras en áreas sociales, de comunicaciones e informática, consolidó su posición. Actualmente, la sede cuenta con dos edificios y miles de estudiantes, siendo una institución robusta y orgullo de la cuarta región.

Mi viaje con Santo Tomás no solo representa una conexión profesional, sino una relación profunda que ha moldeado mi vida y mi perspectiva. La universidad no solo ha sido mi formadora académica, sino también mi guía y apoyo, contribuyendo significativamente a mi desarrollo y al de la institución que ahora tengo el honor de representar como director de Vida Estudiantil.

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El crecimiento de Santo Tomás en la serena lo viví desde lo formativo y lo estructural. Yo estudié acá, en una casa que tenía seis salas de clases y un par de carreras, pero paulatinamente, en los 90, fue creciendo y se construyó una sede que permitió ofrecer más carreras. llegaron estudiantes de Copiapó, El Salvador, Freirina… y fue un hito importante para las personas que querían estudiar en la educación superior. Hoy día tenemos una de las sedes más grandes a nivel nacional, con dos edificios y con casi 6.000 estudiantes, y eso nos llena de orgullo.
Rodrigo Sánchez

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